La importancia de detectar a tiempo la pérdida auditiva en niños
¿Por qué es importante detectar a tiempo la pérdida auditiva en niños?
Un niño con pérdida auditiva no detectada puede no ser capaz de desarrollar correctamente el habla y el lenguaje normal así como adquirir las habilidades cognitivas necesarias para aprender (saber, pensar y juzgar). Los niños cuya pérdida auditiva no se identifica hasta los 2 o 3 años de edad pueden sufrir un deterioro permanente del habla, el lenguaje y el aprendizaje.
La identificación temprana de la pérdida auditiva permite el inicio del tratamiento y la rehabilitación del niño con discapacidad auditiva, lo que posibilitará que este pueda aprender habilidades del habla normales.
La pérdida de audición puede variar, desde un deterioro leve hasta una pérdida profunda. Muchas personas piensan que la audición solo se califica de dos maneras: normal o nula (sorda). Y eso no es así.
También es habitual pensar que el niño oye bien si responde a sonidos y voces. Sin embargo, hay muchos grados entre la audición normal y la sordera… La pérdida auditiva de un niño puede no ser aparente.
Es común que un niño con pérdida auditiva moderada desarrolle el habla y el lenguaje y sin embargo, omita más de la mitad de lo que se le dice. Un niño en esta situación tendrá una clara desventaja en el desarrollo y el aprendizaje. Llegará un punto donde el avance se detenga, si se detecta la pérdida auditiva a tiempo y comienza el tratamiento.
El estrés que se genera en un niño con pérdida auditiva (y su familia) puede ser enorme. Ten en cuenta que para el niño es muy frustrante no entender por qué algo que parece tan sencillo como escuchar, se convierte en algo tan complicado para él. A su vez, su familia siente un enorme desconcierto por no saber qué es lo que le pasa a su hijo/a ni cómo poder ayudarle.
En muchas ocasiones el grado de pérdida auditiva determina el impacto que tendrá en el niño durante su vida. Sin embargo, con la identificación y el tratamiento temprano, ese impacto puede disminuir.
¿Cuáles son las causas, los factores de riesgo y los signos de pérdida auditiva en los niños?
Existen varios factores de riesgo en la pérdida de audición en niños, así como varias razones especiales por las cuales la audición de un niño debe ser examinada. Estos son algunos de los indicadores más comunes:
- Retraso del habla
- Infecciones de oído frecuentes o recurrentes
- Antecedentes familiares de pérdida auditiva
- Síndromes que se sabe que están asociados con la pérdida auditiva (por ejemplo, síndrome de Down , síndrome de Alport y síndrome de Crouzon),
- Enfermedades infecciosas que causan pérdida auditiva (por ejemplo, meningitis , sarampión, etc.)
- Tratamientos médicos que pueden tener pérdida auditiva como efecto secundario, incluidos algunos antibióticos y algunos agentes de quimioterapia.
- Bajo rendimiento escolar, y diagnóstico de una discapacidad de aprendizaje u otro trastorno como autismo o trastorno generalizado del desarrollo (PDD).
Además, las circunstancias que rodean el embarazo y el parto pueden estar asociadas con una pérdida auditiva posterior. Si hay un historial que incluye cualquiera de los siguientes puntos, el niño debería tener una revisión auditiva temprana.
- Bajo peso al nacer (menos de 2 kilos) y/o prematuridad
- Ventilación asistida (para ayudar con la respiración durante más de 10 días después del nacimiento)
- Puntajes bajos de Apgar (números asignados al nacer que reflejan el estado de salud del recién nacido)
- Ictericia severa después del nacimiento
- Enfermedad materna durante el embarazo (por ejemplo, rubéola )
- Hidrocefalia
Algunos padres comienzan a sospechar de que su hijo no puede escuchar bien porque el niño no responde a su nombre o pide que se repitan palabras y frases en ocasiones repetidas. Otra señal muy habitual es que el niño no preste atención a los sonidos ni a lo que se dice.
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