El astigmatismo, hipermetropía y miopía son los problemas oculares más comunes que se observan en los niños.
A grandes rasgos, podemos decir que el astigmatismo es una afección en la que la curvatura de la córnea (la parte redonda transparente en la parte frontal del ojo) es anormal, la hipermetropía es cuando los objetos de cerca se ven fuera de foco y la miopía es cuando los objetos distantes se ven fuera de foco.

Estas 3 afecciones son errores de refracción, y la causa de los mismos suele ser multifactorial con factores genéticos y factores ambientales.

¿Cuáles son los síntomas del astigmatismo, la hipermetropía y la miopía?

Los tres presentan problemas de visión que causan dificultad para ver que varía en gravedad y tipo y da como resultado visión borrosa, con posible fatiga visual y dolores de cabeza.

– En el astigmatismo, la córnea anormalmente curvada hace que el objeto iluminado golpee la retina en dos puntos diferentes, lo que provoca visión borrosa para objetos cercanos o lejanos.
El astigmatismo puede causar fatiga visual y también puede combinarse con miopía o hipermetropía.
Esta afección puede comenzar en la niñez o en la edad adulta. Algunos síntomas incluyen dolor de cabeza, tensión ocular y/o fatiga.
Si se necesita la corrección de la condición, la visión tiende a ser más nítida y más consistente con gafas que con lentes de contacto.

– La hipermetropía es causada por objetos distantes que se enfocan detrás de la retina, lo que hace que los objetos cercanos parezcan desenfocados. Entrecerrar los ojos, frotarse los ojos, la falta de interés en el colegio y la dificultad para leer se ven a menudo en niños con hipermetropía.

Las gafas o lentes de contacto pueden ayudar a corregir o mejorar la hipermetropía ajustando el poder de enfoque a la retina.

– La miopía es lo opuesto a la hipermetropía. Aquí la imagen que está lejos se enfoca frente a la retina haciendo que los objetos lejanos parezcan desenfocados.
La miopía es el error de refracción más común que se observa en los niños.
Esta condición hace que los objetos distantes parezcan desenfocados y puede causar dolores de cabeza y/o fatiga visual.
Laso lentes de contacto pueden ayudar a corregir o mejorar la miopía ajustando el poder de enfoque a la retina.

Si piensas que tu hijo/a puede tener un error de refracción como los que mencionamos, te recomendamos acudir a tu óptica de confianza donde podrán realizarle un estudio y determinar lo que le sucede.
En nuestra óptica en Sevilla somos especialistas en tratar y detectar problemas oculares en la infancia, ya que somos expertos en óptica infantil. Visita nuestros centros y estaremos encantados de ayudarte.